viernes, 13 de febrero de 2009

La relación entre las teorías

Los tres autores aceptan que, en los primeros meses de vida, un bebé no comprende bien la naturaleza de los objetos o de las personas de su entorno, ni tampoco que él o ella tenga una identidad propia e independiente. Durante los dos primeros años la mayor parte del aprendizaje del niño es inconsciente porque carece de la conciencia del yo. Es muy posible que Freud tuviera razón cuando señalaba que las formas de enfrentarse a las ansiedades que se constituyen en este primer período continúan siendo importantes en el posterior desarrollo de la personalidad.
Es probable que los niños aprendan a ser seres auto conscientes a lo largo del proceso propuesto por Mead, el de diferenciación entre el "yo" y el mí". Sin embargo, como señalaba Piaget, los niños que han alcanzado un sentido del yo conservan formas de pensar egocéntricas. El desarrollo de la autonomía del niño probablemente conlleva dificultades emocionales mayores de las que tanto Mead como Piaget parecían creer, y es en este punto donde las ideas de Freud resultan particularmente relevantes. El ser capaz de enfrentarse a las primeras ansiedades puede determinar en qué medida el niño tiene una trayectoria satisfactoria a lo largo de los estadios cognitivos posteriores marcados por Piaget.
De la niñez los primeros años de la vida son cruciales.

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