domingo, 22 de febrero de 2009

Socialización y libertad individual

Dado que el entorno cultural en el que nacemos y alcanzamos la madurez tiene tanta influencia sobre nuestro comportamiento, podría parecer que se nos priva de individualidad o de voluntad propia. El hecho de que desde el nacimiento hasta la muerte interactuemos con otros condiciona, nuestra personalidad, los valores en los que creemos y el comportamiento que desarrollamos. En el curso de la socialización cada uno desarrolla un sentido de la IDENTIDAD propia y la capacidad de pensar y actuar de forma independiente.
Este punto se ilustra fácilmente con el ejemplo del aprendizaje del lenguaje. El dominio del lenguaje es necesario para la riqueza simbólica de la vida humana, para ser conscientes de las propias características individuales y para nuestro dominio práctico del entorno.

sábado, 21 de febrero de 2009

La sucesión de las generaciones

En el mundo moderno la mayoría de la gente muere en los recintos cerrados de los hospitales, apartados del contacto con sus parientes y amigos. Hoy, la muerte es considerada por mucha gente en occidente como el final de la vida individual, no como parte del proceso de renovación de las generaciones. Según Elizabeth Kübler-Ross, el proceso de adaptación a la inminencia de la muerte es un proceso de socialización que comprende varios estadios. El primero es la negación: el individuo rehúsa aceptar lo que ocurre. El segundo estadio es la ira, particularmente entre aquellos que mueren jóvenes y que sienten rencor por verse privados de la mayor parte de su vida. Le sigue el estadio de negociación. El individuo hace un pacto con el destino, o con la deidad. Después, el individuo cae con frecuencia en una depresión. Finalmente, si se sobrepone a este estado, pasará a la fase de aceptación, en la cual se logra aceptar en paz la proximidad de la muerte.La mayoría de las personas temen lo desconocido, el dolor, la separación de los seres queridos o el no haber podido llevar a cabo los proyectos que tenían. Todo aquello que asociamos con la muerte es inconsciente y tiene que salir a la luz si queremos ser capaces de aceptarla.

viernes, 20 de febrero de 2009

La vejez

En sociedades del pasado las personas de edad disfrutaban de un profundo respeto. Los "ancianos" solían tener mucho que decir en cuestiones importantes para el conjunto de la comunidad. En las sociedades industrializadas, las personas mayores tienden a perder autoridad en el ámbito familiar y en el conjunto de la comunidad social. Se ha producido un enorme incremento en la proporción de la población de más de sesenta y cinco años. Para las personas mayores, que ya no viven con sus hijos y han sido expulsadas del escenario económico, no resulta sencillo lograr que el período final de sus vidas sea gratificante. Los que están jubilados podrían encontrar una renovación en lo que se ha llamado la "tercera edad", en la cual comience una nueva etapa de educación.

jueves, 19 de febrero de 2009

La edad adulta

La mayoría de los adultos occidentales jóvenes pueden aspirar a una vida que se prolongue hasta la vejez. La muerte por enfermedad, era mucho más frecuente en todos los grupos de edad que hoy y las mujeres, corrían un gran riesgo debido a la elevada tasa de mortalidad en el parto.
En nuestra sociedad, las principales incertidumbres han de resolverse en el matrimonio, la vida familiar y en otros contextos sociales.
Dar una "imagen de persona que mira al futuro" cuando se es de mediana edad tiene hoy una especial importancia. A los hombres y mujeres que han dedicado su vida a una carrera profesional es probable que, en la mitad de su vida, les parezca insatisfactorio el nivel alcanzado y que las oportunidades para desarrollarse están bloqueadas. La "crisis de los cuarenta" es una realidad para mucha gente de mediana edad. Una persona puede pensar que ha desperdiciado todas las oportunidades que la vida le ha ofrecido o que nunca alcanzará las metas que abrigó desde la infancia.

miércoles, 18 de febrero de 2009

El adulto joven

La juventud adulta parece estar convirtiéndose cada vez más en una etapa específica del desarrollo personal y sexual de las sociedades modernas. La gente, en sus primeros veinte años, "se toma su tiempo" para viajar y explorar filiaciones sexuales, políticas y religiosas.

martes, 17 de febrero de 2009

La adolescencia

Los cambios biológicos que supone la pubertad son universales. Sin embargo, en muchas culturas esto no produce el mismo grado de confusión e incertidumbre tan habitual entre los jóvenes occidentales de hoy. Los adolescentes de las sociedades tradicionales tienen menos que "desaprender" que los de las sociedades modernas, ya que el ritmo de cambio es más lento. Llega un momento en el que nuestros hijos tienen que dejar de ser niños. En las culturas tradicionales, este proceso de "desaprendizaje" es normalmente mucho menos estricto.
Los adolescentes suelen intentar copiar el comportamiento de los adultos, pero la ley los trata como niños. Los adolescentes están "a medio camino" entre la infancia y la madurez, y crecen en una sociedad sujeta a continuos cambios.

lunes, 16 de febrero de 2009

Comparación entre Freud, Mead y Piaget

Freud

Según Freud, hay aspectos fundamentales de la personalidad de cada individuo que se establecen muy al principio de su vida. Al aprenderse estas pautas de comportamiento antes de que el niño pueda dominar el uso del lenguaje, éstas suelen pervivir en un nivel inconsciente.
Todas las madres imponen algún tipo de disciplina alimentaría a sus niños, de modo que el bebé va poco a poco reprimiendo la exigencia de satisfacer inmediatamente sus necesidades. La represión está en la base de algunas de las más importantes características del desarrollo infantil.
La transición edípica, tiene lugar alrededor de los cuatro o cinco años, representa un papel crucial en las teorías de Freud. En la fase edípica, la sociedad impulsa al niño a romper con el refugio emocional que la madre ha representado hasta entonces. El padre es el agente principal a la hora de exigir esta mayor autonomía e independencia. El niño debe reprimir su odio al padre y, gran parte de la dependencia anterior respecto a la madre.

Mead

Mead era filósofo y sociólogo, y le preocupaba menos el funcionamiento emocional interno de la personalidad individual que los procesos de interacción social. Para Mead, la capacidad de aprendizaje social de la adolescencia es tan importante como la de la infancia.
Hizo mucho hincapié en la importancia del juego para el desarrollo del niño. A través de los aspectos imaginativos del juego, el niño aprende a representar el papel del otro, a ver el mundo como lo ven los otros y a romper con un punto de vista egoísta. Al final de la niñez y en la primera adolescencia el chico o la chica aprende a representar el papel del otro generalizado, es decir, a asumir las normas y valores abstractos en los que se basa el conjunto de la sociedad. También esto suele aprenderse, más que nada, a través de juegos cooperativos.

Piaget

Piaget era un psicólogo que basó la mayoría de sus ideas en la observación directa de los niños. Para Piaget, el niño es, egocéntrico: ve el mundo únicamente desde la perspectiva que le ofrece su propia situación en él. Aprender a utilizar el idioma es una parte fundamental en el dominio de dichas ideas. El camino que va desde el egocentrismo infantil a la madurez atraviesa diversos estadios característicos. Piaget señala que, en cada uno de ellos, el niño va aumentando gradualmente su capacidad para captar conceptos abstractos y para comprender los sentimientos de los demás.